Un año más, vencemos laterrible pereza de abandonar trabajos, familias y obligaciones, y nos dirigimos al super apartamento que tan gentilmente nos cede la familia de Jayro a pie de las pistas de Formigal.
Este año no ha habido mucha suerte con el tiempo, y sólo hemos podido esquiar un día. Ese día además hizo mucho frío y ventisca y sólo había abiertos 12 km de pistas, y para colmo Jayro se levanta con gripazo y no esquía.
Pero suplimos el poco esquí con mucha buena comida, mejores vinos, y docenas de palmeritas, así como con numerosas partidas de cartas, juegos de Playstation, películas y siestas.
Para no engordar 4 kilos cada uno también nos damos algún que otro paseo venciendo condiciones meteorológicas muy adversas y poniendo en riesgo nuestras vidas...